Lenguajes del amor



 Existen 5 lenguajes de amor según Gary Chapman:

Vamos a hablar de 3

1. Contacto físico

El contacto físico es uno de los lenguajes del amor más sencillos para comunicarse, ese que no necesita palabras. Las personas que prefieren este lenguaje disfrutan con las caricias, los abrazos y se sienten reconfortadas en los brazos de otros o con las manos unidas. Así, en nuestra primera infancia, este es el tipo de lenguaje que más nos nutre, el que nos ofrece alivio, seguridad, y afecto. A medida que crecemos, esa necesidad no se desvanece: seguimos sintiendo alivio al ser sostenidos o cogidos en brazos, disfrutamos con ese contacto físico de las personas que amamos.

Entre todos los lenguajes del amor, este es sin duda uno de los más poderosos. Aún más, estudios como el llevado a cabo en la Universidad Carnegie Mellon nos indican que gestos como los abrazos o las caricias elevan nuestras defensas, y nos ayudan a combatir numerosas enfermedades e infecciones. Un dato sin duda interesante que vale la pena tener en cuenta.


2. Palabras de afirmación

Las caricias dan forma al amor, lo sabemos. Sin embargo las palabras le dan expresión, sentido y dirección. Aquí están las personas que necesitan las palabras de afecto, los elogios, la calma a través de un buen discurso, la motivación con fragmentos bien escritos. Su forma de expresar estará más definida con cartas de amor. De esta forma, se sientan más libres de expresar todo lo que sienten a través de las palabras.

Las palabras tienen un poder increíble y dejan su huella en nuestro comportamiento, aunque solo aparezcan de forma fugaz. Ser conscientes del poder que tenemos con el lenguaje del amor a través de palabras, nos hace crear un nuevo mundo para expresar y recibir afecto y cariño.

3. Tiempo de calidad

Dedicar tiempo a las personas que amamos es una forma de expresar lo que sentimos por ellas. Buscar en nuestras agendas tiempo de calidad, completo y lleno, dedicado en cuerpo y alma a la persona que nos acompaña no es solo algo aconsejable, es necesario.

Sin embargo, por curioso que nos parezca, a menudo, descuidamos esta dimensión. Cuando amamos a veces, lo damos todo por sentado. Pensamos que nuestros hijos siempre estarán ahí, que nuestra pareja no tendrá dudas, que la rutina no tiene por qué erosionar los pactos y los compromisos.



Te regalo una canción viejita para que te enamores:







Comentarios

Entradas populares de este blog

Tiempo de calidad

Hablemos de amor

¿CUÁNTAS FORMAS DE AMAR EXISTEN?